sábado, 5 de diciembre de 2009

El humor frente a la intolerancia

Estoy cansada de que me digan que si salgo a la calle me van a pegar un tiro, estoy cansada de los que comparan las calles de Miami con las de Buenos Aires, estoy cansada de escuchar a gente que repite lo que dijo Magdalena en la radio, me tienen podrida los que dicen que hay que quemar las villas, me revienta la frase "esto no puede seguir asi, algo hay que hacer", me tiene harta América con sus pálidas cotidianas, no me banco más a ir a lugares públicos (consultorios, negocios,etc) y ver a la gente idiotizada con TN, me indigna que los medios comparen los tiempos actuales con los del 2001. Por eso me divierte Capusotto, me animan los comentarios ácidos de los de TVR, me río escuchando las canciones paródicas por radio cooperativa, me entusiasmo con los titulares de Barcelona. Contra todos los que esperan ansiosos las malas noticias y las difunden casi bordeando el orgullo, aquí va un poco de humor. El tema de la inseguridad nos aisla porque nos lleva a pensar que el enemigo puede ser cualquiera (más si es morochito y pobre, obvio).

lunes, 2 de noviembre de 2009

Palabras de un amigo


Tengo un amigo que me regaló Dios. Cada tanto reaparece en mi vida derramando con sus palabras aquel misterio primero tan difícil de nombrar. Tengo un amigo que veo poco y quiero mucho, un ser que me piensa desde el lugar donde siembra, alguien que motivó mis escritos y mis sueños cuando nadie lo hacía, un amigo con una panza enorme que enscondía mi primer cuento de niña.
Hoy les regalo un puñado de sus palabras para que disfruten de ellas mientras están desordenadas escapando del corrector y del crítico literario.


El camino del no entender de Ella
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Muchos eran los caminos que había conocido aunque realmente nada de lo conocido era conocido, o más bien todavía no había latido dentro de ella ninguno de ellos.

En la era de las mujeres, en esos tiempos en que los matriarcados todavía poseían la tierra pero tantas veces le era cerrada a sus frágiles percepciones.
Solía soñar(o más bien pensar) con los encendidos letreros de las marquesinas en que estuviera escrito su nombre, algo como de afuera que le dijera quien era, algo etéreo e inexistente, como esas canciones que seducen instantes o solo endulzan porque esta así establecido en el sistema.
Ahora sientes
Ahora Brillas
Con tal cuerpo debes moverte
Por aquí pasa tu vida
Este era el mundo de las marquesinas que se abría a los pasos de las mujeres reclamando su misma esencia su más profunda sangre para dejar a un costado su mismidad, su propio no entender que la precipitaría al desconcierto y al abismo del conocimiento.

Mundo este de bagatelas bien presentadas, de espejos que alucinan y prometen hasta que la propia constatación de la falsa luminaria la dejaría a un costado como a una más, sin rostro ya, sin rostro ya para el amor.
Basto panorama de ofertas para lucir mejor ofrecidos por la reina del olvido o la princesa sin cara.
Dónde estoy se preguntó en ese instante y ya sus años le colgaban como un collar de estepas que la arrastraba más y más al suelo.
De repente, ya no vislumbró nada y su más perfumada y rosa femineidad la sorprendió vacía.
Entre las tantas Marquesinas le llamó la atención una que en realidad no era atractiva si se la miraba con los ojos que esas máquinas le habían puesto.
Esas máquinas que habían codificado su ser para hacerla algo destinado y preestablecido.
Con esto tienes que sentir…
Con estos llorarás…
De esto te alimentarás para conservar tu flaca silueta…


Maquinaria puesta en otra era donde los seres se habían sentido superados y habían sentido el NO PODER y eso les había como arañado hasta las entrañas para darles esta nueva piel que te proporcionarían las máquinas.
La nueva piel estaba perfectamente codificada y conducía todo tu organismo (ya que es el órgano más extenso no) a codificaciones precisas y a tales los estímulos apropiados a tal cosa.
Tal lectura debe estar así argumentada…
Tal película debe motivarte a esto…
Tal político te conducirá a tu felicidad y miles más bien billones de codificaciones repartidas sensorialmente y magistralmente controladas por un ordenador central que llevaba en la pelvis.

Qué sucedió para que ese día ella reaccionara con este cartel no sabemos, algo que tal vez se interpuso entre su piel y el objeto, un aviso que se había silbado tras los árboles que aun quedaban, una mirada que quiso no entender, o tal vez un viejo amor que en ella hizo estragos de nuevo para tomarla y desacomodarla de su piel.
Precisamente tal vez fue algo de todo esto, lo que a nosotros nos quedó es que se detuvo, sólo se detuvo como nunca ante ella misma y se percibió extraña y sin duda tuvo miedo ante el abismo que se le presentaba, la misma soledad de sí misma.
Lo claro fue que se detuvo ante el cartel amarillento y ajado que mostraba como un camino sembrado de huellas que parecían tener vida. Acostumbrada ella a caminos que no conducían sino a otras luminarias que no se abrían a ningún lado. Ante esto, ella percibió como una invitación que le hacía una especie de voz que nunca antes había codificado, que justamente se salía de todas las codificaciones que portaba ahora su descontrolada piel que se le empezaba a caer.

Así fue que como deslizándose desde sí misma (aunque ahí empezó a percibir que esto no lo controlaba) que fue cediendo no sin un dolor intenso su piel tan estéticamente pensada por aquellos sombríos depredadores de lo propio, que le habían silenciado su más profundo ser.
Se sumergió en una vaguedad de vaguedades en un ensueño primordial, como esos lapsos que tenía en aquellos viejos sueños hasta que fueron controlados por la también tan maravillosa maquina de los Sueños Necesarios que también le habían aplicado.


Este ensueño se le soltó y la tomó, no tenía ningún poder sino era llevada al sin razón que tanto la aterraba en su comienzo, pero que luego la fue cobijando con ropas frescas de sensaciones nuevas.

Desde la lejanía empezó a divisar una figura que sólo había visto en unos libros virtuales y que ahora se le acercaba ceremoniosamente y con andar pausado como dejando que la naturaleza le mirara, incluso le hablara. Era un caballo magestuoso con sus ojos de amigo y venía cantando una canción

Dejo deslizar la vida
Y asi me dejo andar
Ahora se quién soy
Cuando me hago en la senda.

Suelo caminar por los abismos
Para percibirme vivo
No tengo el control
Ese es el néctar del que me fío.

Suelo mirarme en los arroyos
Para sentir mi pelo
Cabalgo entre los ángeles
De ellos es mi cuerpo.

Dejo deslizar la vida
Y así me dejo andar
Ahora sé quién soy
Cuando me hago en la senda.

Se detuvo con el último sonido del estribillo y no hicieron falta palabras, o tal vez ahora la palabras decían y cobraban vida como dando paso, tal vez por primera vez, a la vida.
Se dejó andar ahora ella en el lomo del caballo como conociéndolo desde siempre, como el siempre esperado para conducirla solo delicadamente llevada a Ella misma.

Nos estábamos nosotros ante esta tierna escena que se daba cada tanto en estos días de Junio, donde los árboles bajaban sus brazos para que los podáramos; nos acercábamos al Portal al final de los caminos blancos para ver como otros se acercaban, pero todavía no era el instante para hablar con Ella, faltaban largos recorridos o cortos pero intensos.


Ella miró hacia atrás desde su cabalgadura roja y se sintió atraída a aquellas configuradas cotidianidades programadas, todavía había mucha piel para descamarse, o más bien, para precipitarse a un sin salida.
La ciudad estaba lejos pero se le presentaba de nuevo tras de ella, oscura y semidormida tras un círculo perfecto adornada por bienestares que ahora a ella empezaba a percibir como impersonales.
El corcel se detuvo y esto la dejó intrigada, como una respuesta de los colgajos de piel que todavía le tiraban. Se sintió sola aunque esto era nuevo recordó las fiestas y los arrebatos de sus estímulos y a esos hombres frisos que la tocaban para poseerla en uno de esos tantos bares que le habían asignado en los lúgubres callejones del olvido y de la celebración necesaria.

Creemos que sintió culpa, todos hemos pasado por ella: tiro terrible que nos paraliza y nos maniata hacia el pasado no resuelto, todo en el devenir contante a que nos habían acostumbrado a resolverlo todo y a hacer una oración de ello, un rito infecto en donde todos solucionábamos todo.

Sintió ella el pecho frío y ajado de la soledad o más bien del aislamiento, después, con el sisear de los eternos días, descubriría que la profunda soledad de los lagos Nuevos era siempre fecunda, se daba en colores y afectos sin reparo ni prejuicios y que sería para ella su nueva piel que la seduciría.
El dolor era muy intenso y la música fría del caos la irrumpía como dejándola más expuesta a sí misma y a los avatares del viento.
Se sintió desnuda, exhibida al todo que la hería pero la abría en una sangre nueva que desplazaba los últimos girones de piel muerta.

Queríamos estar con ella y no podíamos asirla, nos brotamos en una lágrima que se hizo arrollo descolgada en el lago.
Nos hicimos memoria de nuestro dolor, pero sabíamos del paso y nos llegamos con nuestra sonrisa que para entonces era una ceremonia que sólo celebrábamos cuando alguien como ella se aproximaba a nuestros bosques abiertos, donde las flores nuevas se dejaban fecundar por nuestro rocío.






Era ya el ocaso de esos lugares sin lugar que ahora le hablaban y por primera vez el poder no le pertenecía, sus pieles eran fecundadas por nuevas palabras, en realidad, recién tenían forma de palabras que hoy le decían tantas cosas pero que suavemente iban penetrando su vientre niño y se hizo una canción en los labios de Ella

Me voy siendo en los silencios
Voy viendo un nuevo color
Se desgrana de mis dedos

No fueron tiempos aquellos
Sólo fueron húmedos letargos
Musas muertas
Entre tantas ofrecidas luminarias


No se deslizaban palabras
Sólo eran mortajas de vida
Seres inconexos
Entre vaivenes de soberbia.

Me voy siendo en los silencios
Voy viendo un nuevo color
Se desangra de mis dedos.

Ahora aparecen las serenidades
Caminan los niños en la duna
Musas vivas y verdes
Sobre pieles nuevas.

Instantes de melodías
Frutas frescas del renuevo
Poemas en tus ojos
Sobre el camino blanco.

Me voy siendo en los silencios
Voy viendo un nuevo color
Se desangra de mis dedos.

Gracias Ale por esta historia

lunes, 5 de octubre de 2009

La voz que no cambia

Rindo desde este humilde rincón mi homenaje a La Negra Sosa. Lo más cerca que estuve de ella fueron unos 15 metros de distancia, un sábado, frente a la Biblioteca Nacional. Recuerdo que al cantar esta canción con su voz nativa tan singular, cierta magia comenzaba a derramarse a su alrededor; curiosamente su voz será lo único que no cambiará con el paso del tiempo.
Adiós Negrita!!!!!

sábado, 3 de octubre de 2009

La Iglesia y tres empanadas

Supongo que si existe un hecho que indigne nuevamente a los pobres, es que se hable ellos en un lugar que nada tiene que ver con sus vidas, no sólo por el lujo, la ostentación y el brillo de las copas, si no por lo inalcanzable y porque la reunión a la que me refiero estuvo auspiciada por Dromi quien enunció la famosa frase "NADA DE LO QUE DEBA SER ESTATAL PERMANECERÁ EN MANOS DEL ESTADO" durante el menemismo. Cuando supe de las declaraciones del cardenal Bergoglio en el hotel Alvear, recordé una escena de la querida película "Esperando la carroza", cuando Brandoni, después de haber visitado a un primo que vive en humildes condiciones, ya en su auto confortable, le comenta a otro familiar que le partía el alma que sólo tuvieran para comer tres empanadas. Lo cínico de aquellas palabras, es que las enuncia mientras se está comiendo una dejando al desnudo su hipócrita indignación.




¿Quiere decir esto que sólo se debe hablar de la pobreza desde las villas miserias? No, de ninguna manera. Quiere decir que la iglesia (y dejo a Dios de lado) nos ha enseñado a rezar por los pobres para que Dios los ayude, y es así como miles de fieles se acercan a comulgar los domingos y le piden al Santísimo que ayude al mendigo que duerme en la puerta de la iglesia. Luego salen, y pasan a su lado indiferentes, pero con la consciencia tranquila porque Dios seguro que lo ayudará.

miércoles, 23 de septiembre de 2009

Las voces nuevas

Cuando educo a mis alumnos no escondo mi ideología, creo que no es un buen ejemplo esconder las ideas que nos definen como personas, que conciben nuestra manera de ver el mundo. Debo aclarar que no pretendo imponer mi pensamiento sino que los invito a pensar de una manera distinta a la mía y a la de sus padres, ya que el pensar diferente enriquese los argumentos, sin embargo, el tema de la Ley de Radiodifusión llega a rosar mis propios límites en la tarea docente, puesto que me enoja muchísimo que la mayoría de mis alumnos, de apenas 12 años, repitan los que dicen sus padres que a su vez repiten lo que dicen los grandes medios.




He escuchado frases como "con los militares había más seguridad", "acá no trabaja el que no quiere", "¿por qué no regresan a su país los inmigrantes; nos sacan el trabajo a nosotros", etc. Y ahora: "la ley K, surge por la pelea con Clarín", "Se quieren quedar con todos los medios", etc. Frente a este panorama, les pedí que trajeran diarios para poder confrontar las distintas opiniones que aparecen en torno a la ley, y adivinen qué? De 21 alumnos 18 trajeron Clarín, 2 se olvidaron y uno faltó. ¿Pueden creerlo? Fue una clase empírica, con ejemplo en vivo y en directo sobre cómo los medios masivos de comunicación influyen en nuestra forma de pensar y anulan la existencia de otras voces. Me preguntaron por qué todos compraban Clarín teniendo la posibilidad de comprar cualquier diario y por qué es el diario más vendido si todos lo eligen libremente. Pregunto: ¿Tendría que haberles escondido la verdad diciendo : y..., no sé, a lo mejor es porque trae muchas hojas? No, nada de eso, di mi opinión. Creo que no se debe ser neutro frente a temas que reclaman nuestra opinión comprometida con la realidad. No es genuino estar en un lugar tibio, lllenos de grises, debemos trasmitir pasión por las ideas, confrontarlas, discutirlas. ¿Cómo fue que Clarín llegó a convertirse en El gran diario de los argentinos? Hablé de la dictadura y del arreglo con Papel Prensa, de los "supuestos" hijos de Ernestina de Noble, de no hablar ni "hacer tapa" cuando se vendía el país, etc. etc.
Después, al terminar la clase, les dejé una pregunta: ¿Puede una ley democrática ser peor que una de la dictadura?
Veremos qué me dicen mañana, mi único deseo es escuchar sus voces nuevas, alguna vez me gustaría escucharlos a ellos mismos.

domingo, 6 de septiembre de 2009

La carta de Anita



Lo maravilloso de la carta de Anita no es solamente la espontánea dulzura que posee la infancia, no es solamente que con apenas ocho años destaque hechos que otros se niegan obstinadamente a ver como el de su inteligencia y el de su brillante oratoria: lo más maravilloso de aquellas líneas es que su carta llegó a destino, y fue capaz de llevar una palabra esperanzadora a quien ella tanto adora. Mercedes, la mamá de Ana, acompañó a su hijita a entregar esa carta, y días después, cuando el teléfono comenzó a sonar en su casa de Boedo, nadie sospechó que la destinataria de las palabras de Anita estuviera del otro lado para agradecerle personalmente la carta conmovedora que había recibido. Cristina Fernández de Kirchner habló con Anita por teléfono algunos minutos y seguramente, este hecho irá cobrando con el tiempo mayor importancia en la vida de Ana, cuando descubra que los gestos más grandes sólo se pueden recibir de personas con una gran humildad, que lejos de la soberbia con que intentan investir su figura presidencial, se acercan a los anónimos tan sólo para agradecer las palabras cariñosas de una niña de ocho años.
Pocos leerán esté blog y son menos aún los que creerán que lo que aquí cuento sucedió de verdad. Yo lo sé porque Mercedes es mi amiga pero nadie sabe eso, y al mundo le importa un cuerno ese gesto de notable grandeza por parte de la Presidenta frente al brillo de sus carteras Louis Vuitton.

martes, 30 de junio de 2009

Un día no feliz



El 28 nos juntamos en la casa de un amigo para ver la gan final por TV y entre mates y comentarios filosos hacia los medios de comunicación, comenzamos a transitar las horas con la esperanza de que una vez más la gente eligiera la mano extendida de un gobierno que intentó hacer lo que prometió a pesar de las consecuencias. Pero al oscurecerse el día supimos que no, que no seguirían sosteniendo esa mano que los ayudó a salir del pozo porque ya estaban fuera de él, elegirían la mano que nuevamente los hundirá hasta el fondo.
Siempre tuve una mirada desesperanzada de la política pero debo confesar que el año 2003, encontré por primera vez en mi vida un discurso con el cual me identificaba, un discurso en el que aparecía por primera vez la palabra latinoamérica, integración, distribución, industria, justicia. Y claro fue que no eran sólo palabras: las relaciones con nuestos países hermanos atraviesa unos de sus mejores momentos, se pudo jubilar a más de 2.000.000 de personas que nunca habían aportado en su vida, se llevaron adelante los juicios contra los grandes genocidas de nuestra historia, se abrieron la escuelas industriales y se alienta la industria nacional, sin embargo, cuando se intentó distribuir un poquito de la riqueza de unos pocos, medio país ofendido salió indignado a la calle de que el gobierno les metiera la mano en el bolsillo y peleó por los intereses de quienes jamás, jamás en la historia apoyaron a nadie, ni una marcha docente, ni gremial, ni un carajo... No obstante, los medio pelo agarraron su cacerola y siguiendo el pedido de los medios de comunicación gritaron: somos el campo, haciendo de esa frase una causa nacional. Viéndolo a distancia, creo que ese es el momento en el que el pueblo fue nuevamente embaucado y creyendo hacer uso de su libertad, eligió lo que los medios leseñalaron con el dedo y hoy repite las mismas palabras que escucha en la TV para defender su postura y no dejar que se asome en ellos la culpa de nunca haber defendido la causa de alguien que tuviera menos que ellos, no, la media defiende los intereses de los que más tienen y reza por los más pobres para que Dios los ayude.
¿Cómo puede ganar en Mendoza o en cualquier lado un tipo que se anota en un equipo y luego, no sólo entrena con el equipo contrario, sino que en plena cancha patea para su propio arco? Los medios lo compararon con San Martín y la gente piensa en los grandes huevos que tuvo.
Todavía me duele el alma, me llora la esperanza por dentro.
Soy de la clase media, de esa pqueña porción que resiste a masificarse en esa pasta tibia que se mueve con el viento a su antojo.

lunes, 8 de junio de 2009

La bronca de estos días


La hipocrecía es aquella miseria que revela que es imposible sostener con los actos lo que se prumulga a cuatro voces. Detesto la insensibilidad de tantas personas refugiadas en sus casas mirando el mundo a traves de la televisión, formulando juicios sobre quiénes son los buenos y quiénes son los malos, rezándole a Jesús cada mañana o cada noche por los pobres, para que haya más seguridad, sumándose a los que defienden las "soluciones fáciles" bajando la edad de imputabilidad o exiginendo la pena de muerte, diciendo qué es lo esperable de una persona por su forma aspecto o por el lugar donde vive.
El punto es, que más allá de la ideología política de cada ser humano, hay, en estos reclamos, un olvido, una absoluta anulación del otro, un deseo del que el "otro" desaparezca, que no estropee nuestras vidas ordenadas con sus reclamos, que no nos haga perder el presentismo con sus piquetes, que no se multipliquen ¡por favor!. Vale aclarar (porque a veces creo que muchos no lo saben) que este "otro" está en una situación mucho peor que aquella que viven quienes los desprecian. Nadie elige agarrar un arma, ni salir a robar, ni drogarse, como nosotros podemos elegir practicar patín o fútbool o ir al gimnasio. La pobreza es un mundo sin opción, un mundo donde todo es exhibido para otros, un mundo donde se les teme por el simple hecho de ser pobres. Quién de nosotros no destilaría furia si el mundo nos arrinconara, si nos sacaran el trabajo, si fuéramos tildados de delincuentes por vivir en una villa miseria, si escucharamos llorar de hambre a nuestros hijos, ocho, nueve hijos, acaso es lo único que puedan tener realmente... aunque se mueran.
Escucho diariamente comentarios de este tipo, y me sube un dolor por todo el cuerpo y se instala en mi garganta y quisiera gritarles: manga de hipócritas!!!!! Les indigna que un pobre diablo tenga direct tv en medio de la villa o use zapatillas Nike originales, pero se ríen con Menem en el programa de Tinelli o les resulta indiferente que todos paguemos lo mismo de iva, el de Villa Soldati y el de Puerto Madero. A nadie parece importarle que hay quienes ganan 25 veces más que el otro. ¡Eso es indignante! No lo comprendo... acaso sea el temor a la pobreza y por eso el terrible acercamiento hacia la clase alta, otro mundo que la media no conoce pero a la que aspira orgullosa.
Hace unos días, iba caminando hacia la escuela y pasé junto a grupo de obreros que estaban sentados en círculo. Pensé que almorzaban, sin embargo, cuando pasé junto a ellos, escuché que alguien musitaba una oración que decía: Ayudános Señor, por favor te lo pedimos, te necesitamos. Somos muchos los pobres...
Me sentí muy conmovida al escucharlos y lo primero que pensé fue que ellos estaban mucho más cerca de Dios. Jesús era pobre, fue condenado a la pena de muerte no sólo por los romanos, el pueblo gritaba crucificción. No puedo entenderlo... Son hipócritas, egoístas, desconsiderados, y sobre todo, precen tener un parche en el ojo que les prohibe ver el otro país, aquel que de antemano está condenado con la indiferencia de muchos por andar descalzo.

sábado, 16 de mayo de 2009

Las cosas por su nombre

El resultado de la instalación de un cartel en el garage de una vivienda ubicada en la calle Facundo Quiroga, llamó la atención de los vecinos. El propietario, un simple trabajador cansado de que no se respete su humilde señalización de prohibido estacionar en su puerta de acceso a la cochera de su casa, armó un rústico cartel con un papel y con bolígrafo. La zona es muy transitada y el sumiso contribuyente no encontraba el método adecuado para avisar a los distraídos automovilistas que en ese lugar existía una salida de vehículo. Entonces tomó el papel y una birome y fabricó un enorme cartel que decía: “Me rompe las bolas que estacionen en mi garage”. Curiosamente, ni un auto ocupó el espacio. Signo de que todos somos hijos del rigor y que hablar a las claras, sirve.


Los epítetos que da el diario la opinión a mi cuñado, son más que graciosos: simple trabajador y sumiso contribuyente. En realidad, debo confesarlo, mi cuñado es sobre todo un exclente lector y una reproducción cabal de la realidad del ser argentino. Tiene y encarna esa mirada cruda sobre la realidad, se reconoce frágil frente a la coima, amante de los asados y la cerveza, odia el trabajo esclavo y los compromisos familiares, se da mañas para todo, recibe a los que quiere a puertas abiertas, a veces miente para zafar y después ve qué pasa y sobre todo, posee esa franqueza sin metáforas al decir las cosas que le hace obtener buenos resultados. Te puede caer bien o no, pero mi cuñado es así, a corazón abierto y calzón quitado.

jueves, 2 de abril de 2009

Nuestros jóvenes


Después de haber estudiado literatura durante cuatro años y de haber analizado rigurosamente la figura del héroe en obras universales, ayer, por primera vez en mi vida, conocí a uno de carne y hueso. Cuatro hombres que estuvieron en la guerra de Malvinas se acercaron a la escuela para contarnos cómo fueron esos días en aquella tierra lejana al sur de nuestro país.

Al comienzo, nadie se animaba a realizar la primer pregunta, pero luego fuimos creando un espacio íntimo que nos trasladó en el tiempo al año 1982.

Cuando finalizó la charla, supe que por más que les contara a mis alumnos durante toda mi vida qué sucedió en las islas, jamás podría enseñarles lo que esa tarde habían aprendido.
Nos contaron que no es un orgullo participar en una guerra, que las personas no se convierten en patriotas por tener un arma en las manos, que en una guerra nunca nadie gana, siempre todos pierden; que lo único que les salva la vida es contar a los demás lo que allí vivieron; nos dijeron que hay tres clases de combatientes: los que murieron en Malvinas, los que volvieron pero no pudieron seguir con sus vidas y se suicidaron y los que armaron con pequeños pedazos una nueva historia; nos contaron que los actos más heroicos son desconocidos por la mayoría, nos recordaron que una Plaza de Mayo entera aplaudió la decisión de Galtieri y que Alfonsín "desmalvinizó" lo sucedido. Nos dijeron que las guerras cuando se "pierden" no tienen padre, que esperaban ser recibidos como los jugadores de fútbol cuando regresan del mundial, que regresaron a las tres de la madrugada en la oscuridad de la noche, que los mantuvieron "escondidos" durante tres días para que comieran y se higienizaran, que cuando les aconsejaron no hablar de lo sucedido nadie tenía pensado nombrar nunca más las Malvinas. Nos contaron que muchos regresaron a las islas, que las guerras destruyen las vidas de las personas para siempre, que sienten rencor hacia muchos de sus superiores y que un ejército es necesario en un país para cuestiones civiles y no sólo militares.

Al finalizar el acto, todos nos pudimos de pie y aplaudimos no sólo a los hombres de cincuenta años, sino a los todos aquellos chicos de dieciocho que perdieron sus vidas en las Islas Malvinas. En nombre de ellos, recordemos lo sucedido, tengamos memoria, porque las peores tragedias de nuestro país fueron abaladas por plazas colmadas de personas que en nombre de la Patria derramaron la sangre más inocente de todo un pueblo, sus jóvenes y sus sueños.

martes, 31 de marzo de 2009

Las lágrimas de mamá


Cuando escuché la noticia llamé a mi mamá para compartir el pesar de la muerte del único hombre que impulsó a mi familia, por primera y única vez, a la Plaza de Mayo para festejar la llegada de la Democracia. Yo era una niña entonces y no entendía mucho de lo que sucedía, sin embargo recuerdo que nos subimos al auto de papá los cinco (porque en ese tiempo vivíamos todos juntos), con mis hermnas agarramos las ollas y los toc toc de la escuela y partimos con una inmensa alegría hacia el lugar que nos convocaba. Ese día fue una fiesta; las calles estaban colmadas de gente que compartía un sentimiento único de esperanza. Mamá me dijo que fue la única vez en su vida que votó convencida, que el triunfo de Alfonsín fue más que un triunfo político porque ese día nacía nuevamente la posibilidad de pensar un país para todos, significaba que las voces regresaban libres a las calles después de tantos años de silencio.
Hoy, cuando mi mamá lloraba del otro lado del teléfono, recordé a mi abuelo y su foto con Alfonsín colgada en el comedor de casa, recordé que fuimos felices esa noche y que mi mamá también soñó con un país más justo de la mano del hombre que hoy entristece los hogares con su partida.
En estos tiempos en los que reaparecen los reclamos de "mano dura" y pena de muerte, creo que el mejor homenaje que podemos brindarle todos aquellos que valoramos su persona, es seguir defendiendo la democracia desde el lugar que ocupemos, que las voces sean libres y se multipliquen por siempre.

sábado, 7 de febrero de 2009

Destello de luz


Fausto,
es ese niño que despierta en las mañanas con las mejillas llenas de colores nuevos y chocolatada,
ese niño que te invita al juego de sus inventos y reclama tu cariño con la frescura en sus brazos;

Fausto,
es ese niño de cara redonda y rulos castaños que derrama su amor celeste en todo lo que tocan sus manos pulgarcito,
ese niño que completa los cuentos con sílabas y recorre el mundo con sus pies descalsos,

Fausto,
es ese niño que por las noches susurra secretos imaginando el universo lúdico que mañana tendrá ante él y reparte muñecos de peluche para que la oscuridad no parezca tan profunda,
ese niño que inventa melodías y palabras, negocia las normas de los adultos y dice "vale" cuando
el trato de mamá le parece justo,


Fausto es ese niño que al mirarlo a los ojos,
despacito,
te hace imposible imaginar que el mundo no será mejor
porque te envuelve en la inocencia de los primeros años
y te regala en cada pupila el destello de luz
que aún late, allá lejos,
en los rincones olvidados de los que hemos crecido.

domingo, 4 de enero de 2009

Cuba, la isla perdida



Cuba es esa isla tropical más extraña que aquella que habitan los personajes de LOST, una isla que reúne la música y el grito, la magia y el terror. Es alabada por algunos y cuestionada duramente por otros. Aquí es donde aparecen los personajes de la serie: están los que creen que esa isla se diferencia de todo lo conocido al poseer características únicas y nunca vistas en la historia de la humanidad y que vale la pena vivir en esa extrañeza, y aquellos otros que precisamente quieren huir de su singularidad porque los aterra no ser (o tener) lo mismo que los demás.
Aunque se desconozcan muchos de los datos históricos que forjaron la revolución cubana, a simple vista puede verse que es mucho más sencillo criticar a Cuba con sólo imaginar cómo sería la vida en una isla ubicada al borde de Estados Unidos, la nación más poderosa del capitalismo voraz, una nación "democrática" que le impuso un bloqueo implacable. Es más sencillo pensar el horror que el honor... y más cómodo, claro.
Los medios de comunicación hacían sus evaluaciones sobre los aspectos positivos y negativos que había engendrado la revolución cubana, y he aquí el comentario emitido: el periodista (canal 13) destacaba como aspectos positivos el hecho de que en Cuba la mortalidad infantil fuera tan menor como la de las naciones del centro europeo. También destacaba que el sistema de enseñanza superaba en todas sus cifras a los estados latinoamericanos como la Argentina, Brasil y Chile, y lo mismo vale para el nivel de la asistencia médica. Y es alli donde aparece el tan renombrado PERO. Y dijo: pero, vaya paradoja, nadie puede acceder a un celular libremente, ni tener más de dos propiedades si lo desea.
He aquí el problema; acaso es lo mismo, acaso se puede comparar la muerte de un niño con el acceso a un celular? Y aunque quizas nos sorprendamos al saber ésto, lo cierto es que la mayoría de las personas, en su interior domesticado por el vil capitalismo, si están seguros que nadie va a entererse, eligirían el celular. Las muerteS anónimas no existen, o por lo menos, no parecieran conmover a nadie.

Osvaldo Bayer en su nota sobre la Revolución Cubana en la Revista 23, llama a la reflexión diciendo: Recordemos cuando ese gobierno revolucionario fue capaz de hacer la reforma agraria estatizando el increíble feudo de la United Fruit. Podemos criticar a Cuba los argentinos que no fuimos capaces de hacer nunca una reforma agraria que propusiera compartir esa tierra repartida por Roca y Avellaneda entre los grandes terratenientes, después del genocidio cometido contra los pueblos originarios?

¿No les trae recuerdos vividos en nuestro país hace apenas algunos meses? Si hay algo que se descubre al informarse, es que aquello que decía Rosseauu en su libro Origen de la desigualdad entre los hombres, es que tenía razón; la propiedad, sólo su idea, es la causa primera de nuestras miserias.
Quería ser como Jack, quería creer que el hombre era naturalmente bueno... ¿Por qué no nos dejan?