lunes, 11 de julio de 2011

Lo esencial es invisible a los ojos



La inocente frase de El Principito adquiere una nueva resonancia cuando pensamos lo sucedido ayer, en la elecciones en Capital a jefe de gobierno.
¿Qué es lo visible de la política de Macri? Las plazas con rejas, la bicisenda, las paradas del metrobus sobre la Juan B. Justo, los container de basura en las esquinas, el asfalto nuevo en las calles de caballito, el corrimiento de la pobreza de la ciudad, los autitos de la metropolitana. Todo bien visible, bien pro, bien amarillo.. amarillista. Mauricio hace, lo ves... comenta la elegante señora que sacó a pasear al caniche.
¿Pero que es lo invisible de su política? ¿Qué es lo verdaderamente esencial pero no se ve? El cierre de la sala para atención de tuberculosos del hospital Tornú, la falta de gas y de mantenimiento en las escuelas públicas, el intento de cierre de La Gleiser, los maltratos de la UCEP a indigentes, la aberrante discriminación a inmigrantes, el recorte en educación a los cursos que oficiaba el CEPA, las netbook cotizadas a mayor precio de los que aparecen en Garbarino, su procesamiento penal llevado adelante por la Cámara de Justicia por ejercer la fuerza contra las personas y por las escuchas ilegales, el vaciamiento cultural del Centro Cultural San Martín.
Lo esencial es invisible a los ojos. Los medios protectores se encargan de invisibilizar lo atroz de su gestión, su torpeza al hablar, su falta de convicciones propias, su desamor... Mauricio es bienvenido en los canales y en las radios, desfila diciendo dos o tres frases que le apuntaron sus asesores, sonríe, se afeita el bigote cuando está en campaña, embaraza a su mujer en tiempo y forma electoral, llena su circo de globos de colores bien visibles. Lo esencial sigue oculto. ¡Cuánta razón tenía el principito cuando le hablaba al zorro! ¿Será que cada vez se lee menos?