Un lugar inhóspito en la red que quiere recuperar la ternura que siente el corazón al acariciar algo que duerme.
sábado, 14 de enero de 2017
El cuento de nunca acabar
El rey
Había una vez un hombre que quería ser rey. Decía ser republicano y democrático pero muchos de los que vivían en aquella comarca no le creían. Finalmente llegó al trono gracias a las grandes pantallas distribuidas a lo largo y a lo ancho del lugar y una vez instalado en el poder hizo y deshizo a su antojo sin consultar al pueblo.
Los que lo habían aplaudido se escondieron en sus casas y apagaron la luz, sólo aquellos que nunca le habían creído salieron a las calles a defender lo que era derecho de todos: salud, educación, trabajo y libertad. Siempre eran los mismos duendes anónimos los que bajaban de los árboles a reparar lo destruido porque el gran señor Huxley ya les había constado como era el mundo feliz. Y mientras en las pantallas mostraban al rey regalando flores a los niños, los duendes constructores de sueños seguían plantando semillas adonde quiera que fueran.
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