sábado, 14 de enero de 2017

El adios a Lucia


Nos duele a todas, se estremece nuestro cuerpo y nuestro corazón, nos da náuseas, impotencia, tristeza, nos da rabia, indignación, horror. Pero también aparece algo nuevo, un sentir que no tiene nombre asociado a la repulsión y al asombro ante tanta maldad.
 Algo innombrable aparece cuando el cuerpo mutilado de una niña grita que  los villanos están entre nosotras agazapados en la oscuridad. No se puede narrar el espanto porque el lenguaje no puede contenerlo,  ni explicarlo, ni darle forma.  No hay palabra que nombre la agonía desmedida e interminable de Lucia.  Lucia, un nombre lleno  de luz devorada por los hombres oscuros.

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